23.1.10

Sobre un discurso!

Este es un discurso que NO es mio, pero prometi ponerlo en este blog a la autora principal, se que ella no necesita de una mencion especial, sin embargo lo prometido es deuda!

Buenas tardes Hno. Isidoro Daniel Cruz Rodríguez, rector de la Escuela Tecnológica Instituto Técnico Central,


Hno. Eliseo Baracaldo, Coordinador Académico,

Sr. Javier Polanía González, Secretario general,

Magister Richard Acosta Rodríguez, Coordinador de la primera división,

Lic. Ovidio Díaz Medina, coordinador de talleres,

Docentes,

invitados especiales,

padres de familia, familiares,

Compañeros.



El escritor Pablo Coelho cita en alguna de sus producciones: “Es necesario aprender lo que necesitamos y no únicamente lo que queremos.", palabras que en una ocasión como ésta, tomo como puerta de entrada para la reflexión que en nombre de mis compañeros y en el mío propio quiero compartir con todos Ustedes, al evocar el tiempo recorrido, y en él, las experiencias compartidas por este grupo de jóvenes con quienes una Institución como el Instituto Técnico Central, Escuela Tecnológica, dio un paso significativo desde la perspectiva de la inclusión de género en el campo educativo; experiencia de la cual somos pioneras. Una experiencia significativa, por los retos que día a día demanda en todos los órdenes y que indudablemente ha marcado una huella sensible en nosotros como personas y estudiantes, en nuestras familias como parte de la Comunidad Educativa, en nuestros maestros, directivos, administrativos. Igualmente, una experiencia que ha tocado a la Institución como tal, en sus políticas, tradición de muchos años.

En fin, una experiencia que invitó a la renovación, y que tiene como compromiso firme responder a los desafíos de los tiempos modernos a través de su capital humano: Sus estudiantes, hombres y mujeres.

Por eso hoy 11 de diciembre del 2009, damos gracias a Dios el habernos permitido llevar a feliz término esta etapa de nuestra formación, antesala a las actividades que emprenderemos en aras de la conquista no sólo de nuestros sueños e ideales personales, también, de los retos que nos impone la sociedad colombiana para responder como ciudadanos y ciudadanas, en la conquista de un país más amable y equitativo.

Hoy es preciso evocar si se quiere en detalle que, Hace seis años, una institución que llevaba un siglo educando y formando hombres con los más altos niveles decidió asumir un gran reto, con todos los obstáculos y riesgos que acompañarían este proceso. El cambio fue, abrir sus puertas a la población femenina y desde entonces se incluyó en tan prestigiosa comunidad educativa a un grupo de 40 niñas que tuvo el valor de enfrentarse a una tradición y que decidió hacer parte de la historia del Técnico Central, demostrando desde el primer día, que el cambio había sido positivo, y que el nombre de la Institución también estaría en alto por parte de las mujeres que entramos a conformar la familia lasallista.

Pero la llegada era solo la primera parte de este largo pero productivo camino. Enfrentarnos contra un universo completamente desconocido, nos fortaleció; demostrar nuestras capacidades, y lo que éramos, nos hizo cada día mejores; hacer a un lado prejuicios y llenarnos de determinación para realizar y disfrutar todos los retos que nos traía cada nuevo amanecer, como los talleres, los profesores, los diferentes deportes, las filas en la cafetería, y lo más impactante de todo, las actitudes, reacciones y comportamientos de nuestros compañeros frente a la primera generación de niñas del ITC…

Jamás podremos olvidar las restricciones y cuidados de nuestros coordinadores, docentes y hasta de nuestros propios compañeros, no precisamente por la relación entre hombres y mujeres, sino porque su presencia era algo novedoso, diferente. Y así, como la institución siempre ha presentado al país grandes personas y caballeros, esa misma imagen ha cultivado en su población femenina.

Como lo pueden percibir todos Ustedes, en este momento en el que nos alistamos para enfrentarnos a la vida real, nos regresamos en el tiempo a través de estas palabras tratando de enmarcar, esos instantes agradables y difíciles, aquellas noches en vela y las caras tristes, evocamos a los compañeros que se quedaron en el camino; pero también disfrutamos la satisfacción de aprobar nuestras materias, traemos a la mente las amistades conseguidas, revivimos el cómo se alimentó el día a día de la convivencia entre todos… Y es que si miramos a nuestro lado, al frente o hacia atrás, nos encontraremos con los rostros que nos han acompañado a lo largo de estos 6 años, veremos a las personas que nos conocen así sea un poco, y podría apostar que, con cada uno, tendremos un momento juntos, una risa, un disgusto, o alguna travesura.

Justamente ahora que nuestra mente se siente bombardeada por todas las historias construidas en conjunto, por todas las imágenes de ese mundo enmarcado por nuestras especialidades, que a pesar de la diferencia fortaleció nuestra unión…será motivo suficiente para decir que no importa que jamás nos hayamos cruzado palabra dentro de las paredes del colegio, nos iremos con la certeza que, si algún día en nuestros caminos aparece un rostro conocido del bachillerato, nos llenaremos de alegría y de nuevo tendremos el increíble placer de recordar.

¡Qué contradictorios somos los seres humanos! Esta tarde que tanto soñamos, por tanto tiempo y que ahora se hace realidad, nuestro sentimiento se encuentra cubierto por la nostalgia que nos produce culminar una etapa de nuestra vida que jamás regresará, al igual que dejar atrás amigos que prometen serlo para siempre. Ante nosotros se esconden mundos y caminos desconocidos, además de situaciones que exigirán en su momento, que tomemos decisiones sobre nuestra propia vida, pero estaremos preparados pues todo lo que hemos transitado y aprendido será lo que guíe nuestras acciones.



Espero interpretar el sentimiento de todos los que integramos esta promoción, cuando digo que jamás alcanzarán las palabras para agradecer el legado que toda la comunidad educativa ha dejado en nosotros, las enseñanzas y oportunidades, pero sobre todo el amor y la dedicación con la que nos acompañaron. Incluyo aquí por supuesto, la profunda gratitud hacia nuestros padres y nuestras familias, que más que darnos el privilegio de la educación, nos acompañaron, aconsejaron y hoy, celebran este triunfo con nosotros.

Y a Ustedes compañeros y compañeras Promoción 2009: Los invito para que reflexionemos acerca del reto que nos queda: Ser la imagen de esta, nuestra Institución Educativa, dejar siempre su nombre en alto. demostrando y recordando quiénes somos, esforzándonos constantemente por mejorar el ambiente en el que nos desarrollemos y jamás dejando de lado la búsqueda exhaustiva de la excelencia en nuestras futuras universidades, trabajos, familias y en si, en nuestras propias vidas. Debemos Ser líderes en cada uno de los proyectos en los que decidamos estar el día de mañana, pues somos hombres y mujeres agentes de cambio y progreso, y como dignos Bachilleres Técnicos Industriales demostremos que Colombia es un país con riqueza sin igual que tan solo está esperando ser explorado y con una infinidad de oportunidades que solo aguardan ser tomadas, porque las oportunidades jamás se pierden ni son pequeñas, pequeño es el corazón que no las toma y deja que pasen a manos de otro.

Niñas, gracias por todo lo que hemos logrado juntas, por todo lo que hemos compartido. Niños, mil y mil gracias por acogernos y por permitirnos demostrar lo que somos y cuánto podemos aportar en la construcción mancomunada de un mundo mejor.

Este discrso fue pronunciado el 11 de diciembre de 2009, en el auditorio de la U. Salle de Chapinero, como a eso de las 5 de la tarde.

1 que contestan:

Iván Mojica dijo...

Bastante emotivo el discurso. Siempre es bueno que los colegios adopten nuevas normas para que no resulten arcaicos, bien por su colegio y bien por la autora del discurso.
P.D.: A alguien mas le parece que la frase de Coelho citada por la autora es redundante, circular y sonsa o solo a mi.