Todo era bruma, era un ruido infernal, mi MP3 era un fastidio, no se leia su pantalla, pues estaba rota producto de una jugarreta de billar, no tenia tapa, funcionaba con pila AAA y la rentica era una desgracia, pero.....
No se como ni de donde me levante la plata y me compre un Ipod, uno normalito, ese nano y toco en un color no muy masculino, pero tengo!
Y fue una bendición!
Ahora cuando quiero callar a mis padres por la cantaleta les digo: "hey, escucha esta cancion" y luego ellos se apoderan y consumen su bateria, yo sigo contento y ellos alienados con ese embrujo nano!
Amen!
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Hace 4 años